la búsqueda es lo mismo que la espera.
parecen términos contrarios, uno es activo, el otro remite a la pasividad. buscar es reaccionar, moverse, como la escritura es un movimiento eterno en el que exploramos algo. pero a la vez, buscar es esperar. una espera pasiva, quieta, callada. buscamos porque estamos esperando encontrar algo. esperar también es desear. esperar también es un movimiento, aunque silencioso.
estos días atrás estaba leyendo un libro en primicia. hay algo terriblemente morboso, deseoso, casi erótico en leer un libro que sabes que todavía no está impreso. en saber que te estás adelantando. ahora que el libro ya es una realidad tangible, estoy volviéndolo a leer, esta vez en papel, subrayando, ahondando todavía más.
he tratado de hacer un ejercicio especialmente intenso con esta historia. debía escribir una reseña que será publicada en un medio, debía ir pensando qué decir en la futura presentación (chicas qué loco que alguien te busque para acompañarla en algo así y le pueda interesar toda esta marabunta de palabras). en fin, vuelvo, retomo. estos días he estado leyendo, y releyendo, Ahí donde el riesgo late de Iria Fariñas, a la que también podéis leer por aquí y os recomiendo. aunque no quiero destripar el libro, ni repetirme demasiado con la reseña que ya escribí una vez y dentro de poco os compartiré, necesitaba volver a esa búsqueda, esa espera y esa esperanza. mientras leía estos relatos tenía miedo de no encontrar nada que decir. estaba buscando algo, pero no sabía qué esperar. como todos los personajes que me estaban acompañando, como los relatos que estaba leyendo.
he pensado mucho en Samuel Beckett, Godot, Vladimir y Estragon estos días. he estado pensando mucho en María Fernanda Ampuero y Mónica Ojeda. en Dahlia de la Cerda. he pensado en la esperanza. en Danganronpa que nos enseñó que la desesperación, la desesperanza siempre pervive. llevo mucho tiempo buscando y esperando, por eso las palabras de Iria han sido como por fin encontrar algo.
no una respuesta, porque creo que no he terminado de sacar nada en claro, pero al menos sí esas pequeñas certezas sobre que en realidad la espera sigue siendo algo activo.
también esta espera me ha perseguido en otras lecturas, como leyendo Autobiografía de Rojo de Anne Carson:
Gerión caminaba por el malecón. Pasó junto a grupos de gente que esperaba y junto a individuos que esperaban. / No había emoción ni ausencia de emoción. Los perros esperaban. / Los policías esperaban con sus pistolas apoyadas en un coche estacionado. El equipo de fútbol se había retirado de la playa para esperar en una terraza con vista al malecón. / Mientras esperaban casi todas las personas miraban fijamente hacia el mar o calle abajo. Algunas pateaban guijarros.
empecé a escribir esto en pleno verano y lo continúo, lo termino, mientras empieza septiembre que para mí es el mes por excelencia del movimiento, pero también de la búsqueda y la espera. al igual que año nuevo, hay algo que se activa en nosotras con estos cambios arbitrarios. el año podría haber empezado en octubre o en mayo, pero lo situamos en enero y a la vez en septiembre. respecto a buscar y esperar me planteé unos propósitos que ya sé que no voy a cumplir, porque sé que soy contraria al movimiento. quizá por eso se me escape la escritura. la literatura siempre camina, los poemas siempre explotan. conmover es solo una forma bonita de decir conmocionar, que a la vez solo quiere decir perturbar, explotar. envidio a Iria igual que envidio a personas como Gema (que también deberíais seguir como a todas las personas que voy a mencionar), Alba, Sofía, Francisca, María y tantas y tantas más. tienen una capacidad excepcional para mover el corazón de la gente, para crear pequeñas chispas en sus cabezas como hacían los fresquitos en mi lengua cuando era pequeña. y no solo hablo de conmover en un sentido lloroso y dulce, también hablo de la risa, de la ironía, de la delicadeza, de la observación y el costumbrismo.
hablo de ese toque picante, ácido y salado que dan la lima y el tajín a la sandía en verano, que mezclados con su dulzura y el crujiente chorrea por las manos como un abrazo pegajoso e incómodo.
¿debería mi búsqueda cambiar y volverse realmente activa? ¿estoy buscando la conmoción con mis actos? sí es verdad que desde pequeña solo he querido causar efecto en la gente. ser una corriente en sus neuronas, convertirme en sinapsis.
gracias por estar un día más aquí, leyendo esta chispita.
don’t forget: from the river to the sea, Palestine will be free 🇵🇸
y perdonad que os haga un poquito de spam, pero me emociona mucho compartiros los datos de la presentación que os mencionaba al principio jiji. si sois de Toledo o alrededores (o si os apetece viajar un poquito a final de mes puede ser una excusa divina para daros un caprichito: escapada a una ciudad lindísima con evento literario de libro chulísimo incluido, digo) quedáis oficialmente invitadas a acompañarnos a este coloquio-presentación sobre Ahí donde el riesgo late en La Madriguera de Papel, el sábado 27 de septiembre a las 12h, en Toledo 📍
Ké penita no poder ir a esa presentación, el libro tiene pintaza y me gusta mucho cuando compartes tus lecturas, por lo ke cuentas de ellas y la forma en ke lo haces <3
seguro será un bonito día, a disfrutar!
Todo el cariño para la presentación. Leerte es como caminar ❤️